mi sonrisa

Ayer sentía que habia perdido algo ...
no era un botón...como el señor Martin tin tin
no era una semilla de un fruto extraño,
ni un kilo de patatas,
no eran las alas de una mariposa,
ni las plumas de un buitre leonado,
no eran verbos escritos bajo pasión desbocada,
no era crema corporal con olor a jazmín;
no eran mis ojos que observan todo,
no era mi nariz respingona,
ni mis labios sabor miel...
anoche un duendecito vino del bosque
se me acercó y me enseñó su maravillosa sonrisa,
la vida que brota de cada rincón de su rostro,
y un alma preciosa en la que cobijarse .
Anoche encontré lo que pensaba había perdido por un momento,
mi sonrisa empieza cerca de mis labios...y acaba justo, en mi corazón...
Gracias por hacerme reír tanto...